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Mostrando entradas de 2013

¿Ha vuelto el PSOE?

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El Gobierno y el partido de Mariano Rajoy celebran estos días dos años al frente de La Moncloa. Motivos no les faltan: a pesar de que el paro siga desbocado, que el caso Bárcenas les sople la nuca y que la credibilidad y popularidad de sus dirigentes se hunda bajo mínimos, enfrente no acaba de cuajar una alternativa de gobierno que les enfríe esa falsa alegría del aniversario. "El PSOE ha vuelto". Fue el mensaje que los socialistas reunidos en Madrid en su Conferencia Política de hace dos semanas trataron de trasladar a la sociedad. Al margen de los juegos de palabras que permite y a que invita el eslogan, pienso que la izquierda española tiene ante sí tres grandes retos para volver a ser un partido de mayorías y de gobierno. Y, sinceramente, no sé si el PSOE los ha abordado con suficiente profundidad en el citado cónclave del que ya poco o nada se habla. Lo primero sería devolvernos la ilusión en la política y en la utopía racional a laa gentes progresistas. El neolibera

Reaccionará el PSE-EE?

Después de tres derrotas electorales, los máximos dirigentes del PSE-EE prometieron regenerar el proyecto en base a un giro a la izquierda, previa renovación de las ideas, el instrumento y las personas. A la par, comenzó un deshielo en las relaciones "por arriba" con el PNV que cristalizó en un acuerdo fiscal. La jefatura del PSE-EE trató de destacar las propuestas avanzadas del mismo y no prestó demasiada atención a quienes, desde dentro y desde fuera de sus filas, en clave de regeneración del proyecto socialista, cuestionaban la idoneidad de tal acuerdo. Se planteaba que no parecía creíble que el prometido giro a la izquierda fuese a venir de la mano de un acuerdo con la derecha nacionalista, apoyado también por el PP. La doble respuesta que se daba era que "el PNV ha aceptado todas las propuestas socialistas" y "la sociedad nos demanda una oposición útil - según los estudios de opinión -". Ya tenemos sobre la mesa un estudio, el del Gabinete de Pr

El cooperativismo y el futuro

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Se dice que el modelo de empresa familiar - que aporta el 70% del PIB vasco y más del 60% del empleo privado - triunfa en nuestro país debido, entre otros factores, al espíritu emprendedor de los propietarios, a la estabilidad en el tiempo de los principios básicos, a la implicación directa de los accionistas en la gestión, a su proximidad a proveedores y clientes o a un mayor compromiso con el mantenimiento de los puestos de trabajo. Casualmente, estos son también algunos de los principios inspiradores del cooperativismo vasco. Y tras lo acontecido en Fagor Electrodomésticos, me surgen tres preguntas sobre las que construiré mi reflexión. A saber: ¿ha fracasado el modelo cooperativo? ¿Es un modelo de futuro? ¿Y por qué no está más extendido? En primer lugar, en mi opinión, no ha fracasado el modelo, sino las decisiones y la traición a alguno de los principios inspiradores del modelo. Es verdad que una vez ocurridas las cosas, es más fácil valorar si las decisiones que se tomaron

Los tres grandes retos de la Conferencia del PSOE

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Una de las cosas que se han hecho en diferentes foros en los últimos meses, y con muchos y muy buenos argumentos, ha sido analizar los factores que han sumido a la socialdemocracia en general, y a la española en particular, en la depresión en la que se encuentra. En ese sentido, y aprovechando la oportunidad que nos brinda la Conferencia del PSOE, he considerado interesante centrarme en el futuro y en las propuestas que podrían o deberían salir del cónclave socialista. Considero que, para comenzar a recuperar la credibilidad perdida y conectar con nuevas realidades y capas sociales, son tres los grandes retos que debería abordar el PSOE, como principal estandarte de la izquierda española que aún hoy es: la construcción de la utopía en el terreno socio-económico; la actualización del acuerdo constitucional; y la regeneración democrática. En cuanto al primer gran reto, es obvio que para salir del atolladero en el que nos ha metido la política de austeridad, la receta no puede ser más

Una docena de frases que dice el jefe para no dar el relevo en su empresa

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En España 8,5 de cada 10 empresas son familiares y su aportación al PIB y a la creación de empleo privado es del 70%. Con estos datos, huelga decir que la empresa familiar es capital en términos de generación de riqueza y empleo. Además de todos los retos que tiene nuestro tejido empresarial (crecimiento de la cifra de negocio, innovación e internacionalización, profesionalización de la gestión, etc.), la empresa familiar corre un riesgo particular: la mala gestión del relevo generacional. Todos vamos cumpliendo años, pero en raras ocasiones somos capaces de ver el momento oportuno para dar el testigo y, en demasiadas ocasiones, improvisamos. Así, en nuestro país la mortalidad de la empresa familiar es del 85% en términos absolutos: de cada 100 empresas familiares, sólo 30 superan el tránsito de la primera a la segunda generación; y de las 30 anteriores, sólo 15 pasan a la tercera generación. En este post señalo 12 excusas (que no razones) en forma de frases, que se arguyen por pa

Predicar con el ejemplo

Hace tiempo que muchos venimos diciendo que no hace falta que cambie el socialismo internacional para cambiar la forma de practicarlo aquí, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro territorio. Por suerte o por desgracia, ni Hollande ni Obama van a dispensarnos la luz que miles de ciudadanos llevamos esperando ya demasiado tiempo. Hacer las cosas mejor aquí, depende de quienes estamos aquí, ni más ni menos. Siendo cierto que la política arrastra una crisis de credibilidad general, soy de los que cree que ésta no va a sobrevenir de un plumazo, sino que habrá que ir ganándola poco a poco, de abajo hacia arriba. Y en ese objetivo es fundamental predicar con el ejemplo. Poca credibilidad ganaremos fuera, si no somos capaces de ganarla primero dentro. A partir de esta reflexión nace esta comunicación: Hay que predicar con el ejemplo from Óscar Rodríguez Vaz

Sobre las recetas para combatir la desafección política

Democracia en crisis, crisis en democracia from Óscar Rodríguez Vaz

Acuerdo PNV-PSE-EE: bueno para el Gobierno, no tanto para el PSE-EE

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El acuerdo es la esencia de la política. Los partidos políticos representan diferentes "porciones" (sectores, intereses, ideologías,...) de la sociedad, de eso se trata, de lo contrario estaríamos ante un fraude. Pero cuando son capaces de renunciar a la defensa de una parte (mayor o menor) de sus respectivas "porciones", es cuando la política adquiere sentido. Especialmente en la actual coyuntura económica, y especialmente en Euskadi, donde lejos de ver la luz, parecemos estar aún en medio de un gran túnel. En este sentido (socialmente), el acuerdo suscrito hace unos días por el PNV y el PSE-EE, es bueno. Un acuerdo que, por lo que se dice tanto en público como en privado, va más allá de lo que reflejan los papeles que se han hecho públicos (cierto es que faltan muchas cosas por aclarar). A la luz de lo escrito, oído y visto por uno, la opiníon general indica que el acuerdo es bueno, en especial, para el gobierno. No hay que olvidar que el lehendakari Urkull

Regenerar la política, regenerar la empresa

El modelo de empresa familiar triunfa en nuestro país debido, entre otros muchos factores, al espíritu dinámico y emprendedor de los propietarios; a la estabilidad en el tiempo de los principios y líneas estratégicas básicas; a la implicación directa de los accionistas en la gestión de la empresa; a su gran capacidad de adaptación al medio; a su proximidad a proveedores y clientes; y a un mayor compromiso con los trabajadores y el mantenimiento de los puestos de trabajo. En Euskadi 7 de cada 10 empresas son familiares (hay 115.000) y, según las Cámaras de Comercio e Industria, su aportación al PIB vasco es del 70%, creando el 60% del empleo privado. Así pues, a la luz de los datos, no es necesario detenerse demasiado en explicar que en la actividad económica, la empresa familiar es capital en términos de generación de riqueza y empleo. La profesionalización de la gestión, el crecimiento de la cifra de negocio, la innovación tecnológica e industrial o la internacionalización, son re

La convivencia es cosa de todos

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Hace apenas unas semanas el Gobierno Vasco presentaba “su” Plan de Paz y Convivencia. Un plan, en primer lugar, nuevo, diferente al presentado en la pasada legislatura por el Gobierno socialista. Y empezaré por confesar que no acabo de entender la manía que están adoptando los sucesivos Gobiernos de presentar un plan nuevo en cada legislatura. Porque el presentado por los socialistas, también venía a sustituir a otro anterior presentado por el ejecutivo de Ibarretxe. No se me escapan las diferentes visiones que autonomistas y abertzales tienen en la materia de la Paz y la Convivencia. Pero es en esta materia, como en algunas otras (por ejemplo, la Educación en España), en la que se debería hacer el esfuerzo de presentar planes cuyo recorrido vaya más allá de una legislatura. Porque de entre las muchas funciones que ha de desempeñar la política, está la de anticipar el futuro y, por desgracia, asistimos en demasiadas ocasiones a una política de gestión de la contingencia, atrapada

¡Chivaos!

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Se dice que somos un país de envidiosos. Yo no diría tanto. Sin embargo, a la luz de los discursos de los principales responsables institucionales, económicos y sociales, sí nos gusta compararnos, evocando las bondades de otros países a los que nos gustaría parecernos. Así, por ejemplo, se suele escuchar que para converger con los países más avanzados de la UE debemos poner en práctica una fiscalidad más justa. No les falta razón a quienes lo dicen. Mientras que en España los ingresos públicos totales por habitante en 2011 fueron de unos 8.200 euros (35% del PIB), en Dinamarca, Suecia o Finlandia fueron de 24.000 (56% del PIB), 21.000 (52%) y 19.000 (53% del PIB), respectivamente. Un abismo. Escuchamos, por ejemplo, que tenemos mucho camino que recorrer para asimilarnos a nuestros admirados países nórdicos en términos de confianza en las instituciones. Tampoco van mal encaminados quienes afirman tal cosa, porque según el último Eurobarómetro, mientras que en España quienes tienden a

No hay fórmulas mágicas

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Los partidos y las principales instituciones de representación y gobierno atraviesan el peor momento en los últimos 35 años en España. Pero es algo que no sólo ocurre aquí. Y sean coyunturales o estructurales los motivos, parece lógico defender que debemos innovar para obtener alguna fórmula que cierre la brecha entre la política y la voluntad popular en la que se fundamenta la legitimidad democrática. Tal y como evolucionan las cosas, es imposible plantear un futuro con certezas sobre el sistema representativo, ni sobre si la forma de democracia que vivan nuestros biznietos se anclará sobre los partidos políticos tal y como los llevamos conociendo en el último siglo. Pero en tanto en cuanto surge lo nuevo -si es que ha de surgir-, soy partidario de redefinir o reinventar lo actual, para lo que previamente hay que pasarle revista. De entre las muchas funciones que han de desempeñar la política y los partidos, a mi juicio, las dos principales deben ser la de mediación entre