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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Al rincón de pensar

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"Al rincón de pensar" es el título del espacio de la contraportada del DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA en el que escribiré cada semana. Trataré de hablar de asuntos relacionados con la política, con la empresa y con la sociedad en general: nuestros valores, nuestro (in)civismo, nuestra manera de afrontar los tiempos que vivimos, etc. Espero que sea un espacio ameno y, sobre todo, que aporte, que ayude a pensar. Mi estreno versa sobre un asunto que ya traté - de forma más extensa - hace unos meses, pero que rescato hoy al calor de la actualidad. IMPUTADOS POR CORRUPCIÓN Las relaciones en una sociedad democrática se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. El 74% de la ciudadanía vasca está insatisfecha con el funcionamiento de nuestra democracia y con los comportamientos que esta ha cobijado. Hoy, observando los datos, es ineludible alumbrar un nuevo contrato social, basado en la transparencia, en la democratización de las estructuras partidari

Los votantes de Podemos

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José Fernández-Albertos, investigador del CSIC, describe en 110 páginas un interesante estudio sobre la evolución de los votantes de podemos. El titulo, "Del partido de los indignados al partido de los excluídos", ya avanza la tesis con claridad. El comienzo del ensayo me recordó al "Ensayo sobre la ceguera" del gran Saramago. El autor relata como en marzo de 2014, el autor se preguntaba en una conferencia universitaria sobre "cómo era posible que, con los mayores niveles de empleo del continente, las altísimas tasas de descontento político en la ciudadanía, y la falta de perspectivas claras de mejora significativa tras seis años de crisis, el sistema político español relativamente estable". A los dos meses, nació Podemos. Me parece una anécdota magnífica de lo que le ocurrió a la mayoría de los dirigentes de los partidos políticos tradicionales y, por supuesto, a la mayoría de los analistas sobre la materia. La anécdota inicial es complementada con

España/Reset

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  "La estructura interna de un partido no está sujeta a los criterios de transparencia ni a la exigencia de rendir cuentas a la que deben someterse los cargos y las autoridades públicas. No sabemos quién obedece ni quién manda. Un partido es una entidad completamente opaca para el ciudadano, incluso para el que dice representar. Esta circunstancia se agrava cuando ese partido gana las elecciones (...). Los partidos no solo trasladan a las administraciones públicas su opacidad de procedimientos: también integran a muchos de sus 'funcionarios'. Cuanto mayores sean las ambiciones de un partido y el peso de su organización interna, mayor es la profesionalización de las personas que trabajan para el partido, hasta el punto de que se crea una clase política que vive del sueldo del Estado pero cuyo cargo depende de la discrecionalidad del partido. Como el partido no puede pagar a un número ilimitado de funcionarios propios, y como esta clase de trabajador puede tener dificultad