En medio de la tranquilidad que domina el debate político en Euskadi, con el nuevo Gobierno de cambio presidido por el lehendakari Patxi López, un asunto parece habernos devuelto al pasado. Efectivamente, la irrupción de Sortu y, sobre todo, el tratamiento informativo de la noticia, ha podido causar la sensación de vuelta al pasado. Sin embargo, si entramos en el fondo de la cuestión, nada es igual que en el pasado al menos en dos aspectos. En primer lugar, porque por primera vez parece ser la izquierda abertzale quien lleva del ronzal a ETA hacia la puesta en marcha de un proyecto político en el que no quepa la connivencia con el terrorismo. Queremos creer que es así y sólo el tiempo lo confirmará. Y en segundo lugar, tampoco se parece al pasado el hecho de que los promotores del nuevo partido hayan dicho con meridiana claridad que se trata de un proyecto de largo recorrido y que, por tanto, seguirá adelante al margen de su participación o no en las próximas elecciones locales y foral...
Creo que está bien que abramos una reflexión en torno a ésto. No va a arreglar los problemas estructurales del sistema (para eso habrá que hacer más cosas a medio y largo plazo), pero sí puede ser una buena medida paliativa de los problemas coyunturales. A ver qué te parece:
Comentarios
Saludos.
Joseba.
Además, creo yo que harían falta medidas más estructurales en la línea de "democratizar la democracia", pero de eso podemos ir hablando a medio-largo plazo.
Joseba, creo que te pasas un poco. Insisto en que nosotros hacemos la declaración de la renta. Y, por ejemplo, a pesar de todas las cosas que se dicen en torno a nuestros privilegios, no tenemos derecho a desempleo cuando dejamos de ser parlamentarios. Es sólo un ejemplo.
Por otra parte, hay quien se pregunta - no sin razón - por qué debemos los cargos electos desnudarnos y hacer públicos nuestras actividades y bienes y por qué no deben hacerlo el resto de funcionarios o altos funcionarios - pues ellos también son servidores públicos -.
Es un debate muy complicado y en el que debemos evitar el amarillismo y la demagogia. Yo apuesto por hacerlo en clave de profundización democrática, no en clave de desconfianza hacia todo lo que suene a política. Como puedes imaginar, Joseba, nada más lejos de mi intención.
Un saludo a los 2.
Agur
Yo creo que los que van a tomar decisiones de aspecto económico, social y político tienen que dejar claro sus vínculos con el "exterior"
Mi opinión, sin más.
Saludos.
Joseba