El futuro (del) Gobierno Vasco


Hay quienes - no sin razonamientos de fundamento y quizás con excesiva prevención como consecuencia de la situación económica que atraviesa el mundo y, por tanto, también Euskadi - albergan dudas en torno a la decisión de presentarse como candidato en la sesión de investidura que Patxi López adoptó el 1 de marzo tras analizar los resultados electorales.

También hay quienes se encargan de disipar cualquier género de dudas en torno a la mencionada decisión. Es el caso de José Luis Bilbao - a quien no tengo el gusto de conocer -, que ayer mismo se despachaba contra todo hijo de madre con afirmaciones dignas de mejor causa, en una entrevista en El Correo.

Quizás lo que voy a hacer no es lo habitual, pero recomiendo encarecidamente su lectura, especialmente la parte en la que habla de la transversalidad y de la necesidad de un acuerdo entre el PSE-EE y el PNV. Sólo reproduzco un extracto literal, por si alguien pasa de seguir mi recomendación a pies juntillas:

Periodista- ¿Y la solución es transversalidad?
JL Bilbao- Hacen falta acuerdos sólidos. La suma de tendencias
nacionalistas hoy no es posible mientras la izquierda radical siga con sus
planteamientos violentos. Para qué voy a perder el tiempo en buscar acuerdos con
unos que, si mañana me pegan un tiro, no van a pestañear. Hay mil encuestas que
dicen que la gente pide estabilidad. Y eso viene de una entente entre el mundo
nacionalista democrático y el socialista.
(...)
P- ¿Sigue pensando de López que es un recadista de Madrid?
JLB- Sí, hombre. Va a haber dos delegados del Gobierno. Ahí manda el que
manda.
P- ¿No debería darle al menos los cien días de cortesía?
JLB-Cien días o los que sean. Confianza hay que dar a todo el mundo y las
sorpresas siempre pueden existir. Que yo sepa, va a ser la primera vez que tenga
una responsabilidad en las cosas de comer. Gobernar no es echar discursos.
Cuando tienes marrones delante... ahí, que yo sepa, no tiene ninguna
experiencia. No digo que para ser lehendakari haya que sacar una oposición, ni
siquiera hablo de titulaciones. Pero, ¿qué ha demostrado hasta ahora en la vida?
Que yo sepa, poquito.

No sólo expreso un sentimiento personal al afirmar que creo en la transversalidad en Euskadi, entendida como la necesidad de acuerdos en torno a las organización de la convivencia entre diferentes en una sociedad identitariamente tan compleja y diversa como la nuestra. Tampoco me quedaría sólo al defender que creo que es algo deseable y, además, posible.

Tengo la convicción de que el próximo Gobierno Vasco apostará por el acuerdo entre diferentes y que, por supuesto, buscará el entendimiento con el PNV. Tiempo al tiempo. También estoy convencido de que si quienes en el PNV defienden la transversalidad, lo hacen con los argumentos y la "convicción" de José Luis Bilbao, vamos apañaos! (...como país, digo).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues ojalá, ojalá se busque, como dices, ese entendimiento CON TODOS. Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Cuando hablas del entendimiento, se supone que te refieres en toda la amplitud de la palabra?

En EiTB vais a entrar empleando el entendimiento como principal argumento. ¿O como un elefante en una cacharrera?
Anónimo ha dicho que…
Hombre, la transversalidad que entiende Bilbao se la puede guardar en su casa.

Es la entrevista a un ciudadano de moqueta que caliica a su partido como nacionalismo "institucional" y que ve al PSE-EE como un partido morroi para servirle. No me extraña que quiera un acuerdo.

La transversalidad, la buena, la auténtica, no pasa por un gobierno de socialistas autonomistas y conservadores nacionalistas. Pasa por un acuerdo entre partidos de izquierda con diferente sentimiento identitario, como en Cataluña; aunque para que suceda eso tienen que pasar muchos muchos años.
Óscar Rodríguez Vaz ha dicho que…
Eso, Javier, es lo que se intentará con toda la constancia de que sepamos hacer gala. No me ves los ojos, pero te lo diré exactamente igual mirando a los tuyos.

Lo mismo le diría a Troyano. Creo que tras lo ocurrido en los años duros de confrontración (1998-2001), hemos demostrado con los hechos (y no con la palabrería) que no creemos en la política de frentes: acuerdos presupuestarios con el PNV, acuerdos con EB y EA para sacar adelante las leyes más importantes en el Parlamento, acuerdo con casi todos los partidos de la Cámara para sacar adelante la reforma del Reglamento que llevaba atascada 10 años (y que incluye nuevas medidas de control al Gobierno y al lehendakari), conversaciones intensas y pre-acuerdos de princios fundamentales con el PNV para tratar de poner fin a la violencia,... En fin, podría seguir. Supongo que en todos los sitios hay radicales (mi casa no está exenta de ellos), pero estoy convencido de que la pauta general será la búsqueda del acuerdo plural. Otra cosa distinta es que, como todo gobierno que se precie, necesitemos garantías para sacar adelante unos mínimos fundamentales para el buen funcionamiento del mismo.

Rucar, no solo por ser imposible estoy en desacuerdo con lo que dices, cada comunidad-sociedad tiene sus características y el acuerdo que hace falta aquí no creo que sea como el que hacía falta allí. Hablaremos al respecto, como no.

Agur
Anónimo ha dicho que…
Hola Oscar,
Yo entiendo que después de 30 años de régimen sabiniano cueste entender los que es la democracia. Cualquiera que lea a Sabino Arana puede creer que está leyendo el "Mein Kampf" pero en versión baserritarra.
Han tenido a una gran parte de Euskadi en una caverna oscura y les horroriza que ahora la sociedad salga a la luz y vea que la libertad y la democracia tienen ahora en Patxi su máximo esplendor.
Sinceramente, que critiquen a Patxi a priori puede ser hasta bueno, porque eso dice mucho de lo que son, es decir, una banda de resentidos y soberbios de pura cepa. Lo mejor es guardar silencio y trabajar duro porque no cabe duda que está todo por hacer en nuestra sociedad, y eso lleva horas estra de trabajo que habrá que acometer para construir todo aquello que los nacionalistas han sido incapaces.
Y hay que recordarle a Ibarretxe que amenazar con gobernar Euskadi, sea como sea y donde sea, es simplemente instigar. Desde la oposición no se gobierna, y si se intenta es traición y propio de mafiosos.
Tranquilidad y ganas de trabajar. Nada más, que es el mejor modo de callarles la boca.
Dani Solana
Óscar Rodríguez Vaz ha dicho que…
Eso Dani, tranquilidad...
Abrazos
Anónimo ha dicho que…
Me parece, querido Óscar, que la trasversalidad que pregonas es o bien hacer de la necesidad virtud o hacer de morroi.

Lo segundo no creo que te guste, y lo primero es indiscutible. Si lo que nos separase fuera la ideología y no la identidad no tendría ningún sentido gobernar con el PNV, a menos que alguno no quiera hacer políticas de Izquierda. Sería como un gobierno PSOE PP en Madrid.

Lo que sucede es que nos separa la identidad y tenemos que tragar con estas cosas de pactar con la derecha vasca o española; aunque la transversalidad de Bilbao (y sobre la que aún no te has posicionado) es la transversalidad del propietario y la criada.
Óscar Rodríguez Vaz ha dicho que…
Rucar, ya me he posicionado sobre la transversalidad de José Luis Bilbao, de hecho el post va dedicado a él.

Por otro lado, no entiendo muy bien la primera parte de tu argumento. Me temo que será mejor aclararlo en torno a una cerveza. No puedo decir exactamente que no lo comparto porque, como te digo, creo que la gestión permanente de la contingencia te está haciendo perder facultades para la expresión escrita...

Abrazos, amigo.

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