Sobre las ideas de Eguiguren

Cada vez que estoy "flojo" debido a la política, recuerdo la tarde de 1992 en la que Rafi Romero entraba en la Casa del Pueblo de Mondragón - acompañada de Mikel Torres y las Marañón - dispuesta a convencer a tres o cuatro jóvenes estupefactos de las bondades de ser socialista en Euskadi. Nadie negará que se trataba (y se trata) de una tarea ciertamente difícil. Pues bien, uno de aquellos tres o cuatro jóvenes era yo, y huelga decir que al menos en mi caso lo consiguió. Hoy es uno de esos días en los que estoy "flojo". Por eso me he acordado mucho de aquel momento crítico para mí. Crítico porque fue entonces cuando fuí consciente de que me estaba metiendo en un lío del que aún hoy no he salido. Un lío, por cierto, del que me siento muy orgulloso. Porque soy de los que piensa que sin el compromiso de los afiliados y concejales socialistas (y populares) en Euskadi, hoy la democracia sería diferente en Euskadi. De hecho, creo que hoy no existiría democracia si tanta y ...