Partidos y empresas familiares
En los próximos meses culminarán sus procesos congresuales el PNV, el PSE-EE y EHBildu. No son (no deberían ser) procesos irrelevantes para la sociedad, ya que los partidos tienen un papel constitucional clave en la conformación y canalización de la voluntad popular. Teniendo en cuenta su importante misión, sería lógico que desarrollaran con seriedad ese papel hacia el interior de sus organizaciones. Pero “su funcionamiento está menos regulado que el de una comunidad de vecinos”, como dice el profesor Joan Navarro. La ley de partidos explica mejor los requisitos para la ilegalización, que el funcionamiento y los sistemas de control y garantías que deberían tener los partidos. Sea o no consecuencia de este vacío regulatorio (voluntario), son las organizaciones que menos confianza inspiran en nuestra sociedad. Y, más allá de la percepción general, los estudiosos de la materia no aventuran cambios a mejor. Por ejemplo, el colectivo +Democracia, en un ranking sobre democracia en...