Loco y emprendedor
El pasado viernes un ilustre alavés de adopción presentó sus memorias. No es verdad que sea la suerte. Casimemorias de un condenado a vivir es el título que Ernesto Santolaya ha puesto al relato de su vida. El libro fue presentado por su hija Mónica y los profesores Txema Portillo y Antonio Rivera, en uno de los actos más emotivos a los que yo he asistido. Terminé llorando con Íñigo y Pilar. El salón de actos de la Casa de la Cultura estaba prácticamente lleno, pero no había ni rastro de candidatos o autoridades públicas, a pesar de que en el acto había muchas cámaras y de que estamos en campaña electoral. No me extraña. El poder, en todas sus expresiones, siempre ha sido objeto de los (siendo suave) dardos dialécticos de Ernesto. A pesar de la sofisticación de su lenguaje y de su afición por la descripción excesiva, es un hombre al que se le entiende a la perfección. Siempre ha llamado a las cosas por su nombre y no se ha callado ni bajo el agua. Precisamente, yo le conocí en l...