Sobre la necesidad de guardar silencio
Soy miembro del PSE-EE(PSOE) desde 1996. Siempre me he sentido muy orgulloso de pertencer al PSOE y, por supuesto, también al PSE-EE. Es verdad que para mi madre son lo mismo, como para la mayoría de la gente. Y para mí también. Pero conviene saber que, aún siendo lo mismo, el uno no puede decir lo que le dé la gana del otro sobre ningún tema en general, y mucho menos sobre el terrorismo en particular.
En este sentido, y dicho sea desde el mayor de los respetos que sea capaz de transmitir a esa persona que aprecio, me han parecido inapropiadas las declaraciones del Vicesecretario General del PSOE (mi partido), en las que viene a recomendar al Presidente del PSE-EE (mi partido) que guarde silencio sobre el terrorismo. Me han parecido inapropiadas y además me han molestado. No sólo porque se produzcan precísamente en el día en el que parecía que la mayoría de los partidos nos habíamos conjurado para pinchar el globo que se había venido inflando en las últimas semanas. Sino, sobre todo, porque se podrían perdonar si vinieran de alguien que desconociera la realidad vasca, pero no son comprensibles en boca de quien sabe del drama que vivimos aquí, especialmente los socialistas.
Es cierto que pretender que Jesús Eguiguren no hable del final del terrorismo, de ETA es tarea casi imposible porque, como él mismo suele decir, para muchos (particularmente para la generación que pasó de la dictadura del franquismo a la dictadura del terror sin solución de continuidad) la consecución de la paz se ha convertido en casi una obsesión. Y yo lo entiendo.
Pero es que además, si hoy ETA y sus acólitos están peor que nunca y el Estado de Derecho y los demócratas estamos mejor que nunca, se debe a la presión policial y judicial, a la colaboración internacional y a la razonable unidad de los partidos políticos frente al terror, por supuesto! Pero también se debe a que el PSOE y el PSE-EE arriesgaron lo que no está escrito en un proceso de paz que, por la forma en el que ETA lo frustró, abrió una sima entre ETA y las bases de la mal llamada izquierda abertzale que jamás antes había sido tan profunda. A tal punto que me atrevería a decir que si los primeros factores facilitan la derrota operativa de ese mundo, el segundo propicia su derrota política y social. Y algo tuvo que ver en eso Eguiguren.
Por eso se puede compartir o no lo que dice Jesús Eguiguren. De hecho, yo hay cosas que no comparto en absoluto. Pero desde luego se merece no sólo todo el respeto del PSOE, sino el reconocimiento (que algún día llegará) por haberse jugado la vida para que nadie más se tenga que volver a jugar la vida en esta tierra. Diría que el mismo respeto y el mismo reconocimiento que se merecen todos aquellos que han mantenido encendida la llama de la libertad en los últimos 30 años y sin los que hoy en Euskadi no habría huella alguna del Estado de Derecho.
Espero que todos (tanto los de mi partido como los del resto de partidos) nos tranquilicemos un poco y seamos más responsables y leales entre nosotros. Porque al margen del día, el año o la legislatura en el que se firme su acta de defunción, la desaparición de ETA sería una gran noticia para toda la ciudadanía al margen de la ideología de cada cual. Y por eso en esta materia sobran las zancadillas y las críticas de vuelo corto.
En este sentido, y dicho sea desde el mayor de los respetos que sea capaz de transmitir a esa persona que aprecio, me han parecido inapropiadas las declaraciones del Vicesecretario General del PSOE (mi partido), en las que viene a recomendar al Presidente del PSE-EE (mi partido) que guarde silencio sobre el terrorismo. Me han parecido inapropiadas y además me han molestado. No sólo porque se produzcan precísamente en el día en el que parecía que la mayoría de los partidos nos habíamos conjurado para pinchar el globo que se había venido inflando en las últimas semanas. Sino, sobre todo, porque se podrían perdonar si vinieran de alguien que desconociera la realidad vasca, pero no son comprensibles en boca de quien sabe del drama que vivimos aquí, especialmente los socialistas.
Es cierto que pretender que Jesús Eguiguren no hable del final del terrorismo, de ETA es tarea casi imposible porque, como él mismo suele decir, para muchos (particularmente para la generación que pasó de la dictadura del franquismo a la dictadura del terror sin solución de continuidad) la consecución de la paz se ha convertido en casi una obsesión. Y yo lo entiendo.
Pero es que además, si hoy ETA y sus acólitos están peor que nunca y el Estado de Derecho y los demócratas estamos mejor que nunca, se debe a la presión policial y judicial, a la colaboración internacional y a la razonable unidad de los partidos políticos frente al terror, por supuesto! Pero también se debe a que el PSOE y el PSE-EE arriesgaron lo que no está escrito en un proceso de paz que, por la forma en el que ETA lo frustró, abrió una sima entre ETA y las bases de la mal llamada izquierda abertzale que jamás antes había sido tan profunda. A tal punto que me atrevería a decir que si los primeros factores facilitan la derrota operativa de ese mundo, el segundo propicia su derrota política y social. Y algo tuvo que ver en eso Eguiguren.
Por eso se puede compartir o no lo que dice Jesús Eguiguren. De hecho, yo hay cosas que no comparto en absoluto. Pero desde luego se merece no sólo todo el respeto del PSOE, sino el reconocimiento (que algún día llegará) por haberse jugado la vida para que nadie más se tenga que volver a jugar la vida en esta tierra. Diría que el mismo respeto y el mismo reconocimiento que se merecen todos aquellos que han mantenido encendida la llama de la libertad en los últimos 30 años y sin los que hoy en Euskadi no habría huella alguna del Estado de Derecho.
Espero que todos (tanto los de mi partido como los del resto de partidos) nos tranquilicemos un poco y seamos más responsables y leales entre nosotros. Porque al margen del día, el año o la legislatura en el que se firme su acta de defunción, la desaparición de ETA sería una gran noticia para toda la ciudadanía al margen de la ideología de cada cual. Y por eso en esta materia sobran las zancadillas y las críticas de vuelo corto.
Comentarios
video muy bueno sobre euskadi
La honestidad que ha ostentado siempre le ha ayudado a desarrollar con brillantez una extraordinaria labor de interlocución con el mundo de Batasuna que nos está ayudando a conseguir la paz.
A veces tengo la sensación de que desempeña un papel pactado con los gobiernos vasco y español, los cuales están obligados a mantener una imagen de firmeza contra ETA ante la opinión pública. Yo no sé si esto es así, pero en cualquier caso, las propuestas que hace para acelerar el fin de ETA me suelen parecer muy positivas para acabar con el terrorismo.