Hoy somos un poquito más felices
Hoy somos un poquito más felices. Sobre todo la familia de Joseba Pagazaurtundua, que habrá visto cómo la herida que tienen desde hace 7 años, si bien nunca podrá (ni deberá) desaparecer, puede ir cicatrizando. Porque con la detención de este fulano, la sociedad en general, y las víctimas en particular, comprueban que el Estado de Derecho funciona. Que en esta sociedad quien la hace, la paga.
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