Página 14, segundo párrafo: "Para los antiguos griegos, los dioses castigan el orgullo de las personas que quieren ocupar su lugar y creen que pueden decidirlo todo. Para los cristianos, el hombre carga desde que nace con el pecado original, que limita seriamente sus aspiraciones. Los habitantes de los países democráticos modernos no creen necesariamente en los dioses ni en el pecado original, pero el papel de freno de sus aspiraciones lo desempeña la propia complejidad del tejido social y del régimen democrático, las múltiples exigencias que éste tiene que concilair y los intereses divergentes que intenta satisfacer. El primer enemigo de la democracia es la simplificación, que reduce lo plural a lo único y abre así el camino a la desmesura". Este párrafo me enganchó a un ensayo que habla del pasado, muestra un compromiso con el presente, pero que sobre todo, en mi opinión, da una serie de pautas de lo que no debe ser el futuro. Y para evitar un futuro indeseable no debem...