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Mostrando entradas de agosto, 2012

La brújula de medianoche

El pasado 20 de octubre empezó a aclararse el oscuro cielo vasco. Tras décadas de esfuerzo democrático y tres procesos de paz dinamitados con otros tantos atentados, ETA anunció el cese definitivo de su actividad terrorista. Lo conseguimos. Hace un año sólo parecía posible un final así. Pero hace tres, cuando ETA asesinaba a dos agentes de la Guardia Civil en Mallorca, el actual nos parecía un escenario casi imposible. Nos costaba pensar que serían los últimos asesinados por ETA en España. Si vemos con urgencias temporales y mediáticas lo ocurrido, nos parecerá que la decisión terrorista de no volver a matar ha sido casi un apunte más de su historia sangrienta, consustancial al mismo hecho de su nacimiento. Si lo vemos con perspectiva, esta legislatura vasca, que nació bajo la amenaza directa de ETA, pasará a la historia por poner fin a una trayectoria que no era sólo violenta, sino que iba acompañada de un componente de justificación, comprensión o consentimiento por parte de sectores

Urkullu: el alumno aventajado de Rajoy

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Cada vez se me parecen más, esa es la verdad. Urkullu es como el Rajoy vasco, al menos en su comportamiento (al pensamiento, no llego). Veamos tres ejemplos. Capítulo comida. No sé si son buenos comedores, pero desde luego lo de la digestión lo llevan fatal. Rajoy tuvo una malísima digestión por la pérdida del poder en el año 2004. Que si Zapatero entró en la Moncloa de la mano de los terroristas, que si conspiraciones del PSOE junto a Marruecos,... La digestión de la pérdida de poder por parte del PNV en 2009 tampoco estuvo mal, lo más suave que dijo Urkullu fue que Patxi López alcanzó la Lehendakaritza gracias a un "golpe insitucional". Posteriormente llegó el apartado "profecías apocalípticas desde la oposición". Las del PP no estuvieron mal, aunque algunas las habíamos escuchado ya en nuestra historia reciente. Aún recuerdo que el PSOE y Zapatero "traicionado a los (a nuestros) muertos", pactando con ETA, que rompíamos España con el Estatuto cata